Salute Historia militar: Corey Andrews

Lee Kirby, Salute El cofundador y coronel retirado del ejército entrevistó a Corey Andrews, gerente de la Reserva del Ejército y de éxito del cliente en Salute.

Antes de profundizar, a nuestros lectores les encantaría conocerte un poco. ¿Puedes contarnos un poco sobre la “historia de fondo” de tu infancia?

Crecí en Oxford, Massachusetts, un pueblo muy unido, con seis hermanos. Mis primeros años estuvieron marcados por un amor inquebrantable, valores sólidos y resiliencia, inculcados por dos mujeres increíbles: mi madre y mi abuela. Mi abuela, una católica devota, me enseñó la importancia de la bondad y la integridad, recordándonos siempre: «Trata a los demás como te gustaría que te trataran». Mi madre, una mujer trabajadora y desinteresada, hizo innumerables sacrificios para mantenernos, asegurándonos estabilidad y amor a pesar de los desafíos de la vida.

Debido a los desafíos de la vida, mi vida cambió significativamente en la secundaria cuando mis hermanos y yo fuimos colocados en el sistema de hogares de acogida, una transición que trajo incertidumbre y dificultades. Finalmente, este viaje me llevó a Hawái, donde mi prima hermana, su esposo y sus dos hijos —una familia militar dedicada— nos recibieron a mi hermana y a mí en su hogar. Su entorno estructurado, disciplina y apoyo incondicional me introdujeron a una nueva forma de vida, una que enfatizaba la resiliencia, la adaptabilidad y el poder de la comunidad. A través de estas experiencias, aprendí que la adversidad no es un obstáculo; es una oportunidad para crecer. Mi camino ha moldeado mis valores de perseverancia, trabajo duro y amabilidad, lecciones que siguen guiándome tanto personal como profesionalmente.

¿Qué vas a hacer hoy?

me uní Salute Mission Critical Hace cuatro meses, me incorporé como Gerente de Éxito del Cliente. Desde entonces, me he sumergido en el sector de los centros de datos, una experiencia emocionante y enriquecedora que ha profundizado mi comprensión de sus complejidades. Como Gerente de Éxito del Cliente, mi función se centra en brindar soporte estratégico, optimizar la eficiencia operativa y generar valor medible para nuestros clientes. Mis principales responsabilidades incluyen la gestión de renovaciones, la colaboración interdisciplinaria para optimizar procesos, la coordinación de revisiones comerciales trimestrales y anuales, y el fomento de alianzas a largo plazo que impulsen el éxito del cliente. Más allá de mi trayectoria profesional, el ámbito militar sigue siendo una parte importante de mi vida personal.

Tras conocer a mi actual esposo en Hawái, se unió a la Fuerza Espacial como Operador de Ciberdefensa, lo que finalmente nos llevó a California. Ahora vivimos en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, donde vivimos con nuestros dos perros, Bubu y Butters.

¿Puede contarnos un poco sobre su formación militar?

Proveniente de una familia con varios militares, siempre me sentí atraída por el ejército. Inicialmente, consideré alistarme en el servicio activo, pero después de graduarme, no estaba lista para irme de Hawái. Al mismo tiempo, había desarrollado un gran interés por los negocios y las ventas, y quería explorar oportunidades profesionales en ese campo. Para equilibrar ambas aspiraciones, decidí unirme a la Reserva del Ejército, lo que me permitió servir a mi país mientras perseguía mis metas profesionales. Me alisté como electricista de interiores y poco después comencé el entrenamiento básico en Fort Leonard Wood, Misuri. Durante mi entrenamiento, adquirí experiencia práctica trabajando con sistemas e infraestructura eléctrica, lo que me proporcionó una sólida base técnica. Tras completar mi entrenamiento, regresé a Hawái y fui asignada a mi unidad en Fort Shafter, Oahu, donde continué desarrollando mis habilidades técnicas y de liderazgo. Me di de baja de la Reserva del Ejército poco antes de mudarme a California para la asignación de servicio activo de mi esposo en la Fuerza Espacial.

¿Podrías compartir una experiencia interesante de tu carrera militar? ¿Qué lección aprendiste de ella?

Cada año, nuestro entrenamiento de dos semanas en la Reserva nos llevaba a un remoto sitio montañoso en la Isla Grande, donde acampábamos sobre tierra accidentada y roca volcánica. El clima era impredecible, pero un año, las noches eran especialmente frías. Ese año en particular, me asignaron la guardia contra incendios en medio de la noche. Lo último que quería hacer era despertarme a las 3 de la mañana para sentarme afuera, en el frío glacial, vigilando armas y camiones. Pero cuando salí de mi tienda, me encontré con una vista que nunca olvidaré. El cielo se extendía infinitamente, lleno de más estrellas de las que jamás había visto. Con solo linternas alrededor, las estrellas brillaban más de lo que podría haber imaginado. En ese momento, el frío y el cansancio no importaron; estaba completamente asombrado. Esa noche me enseñó una poderosa lección: a veces, los momentos más extraordinarios ocurren cuando menos los esperamos. Lo que parecía miserable se convirtió en una hermosa experiencia. 

¿Tu experiencia militar te ayudó a prepararte para los negocios y el liderazgo? ¿Cómo?

Absolutamente. Mi tiempo en el ejército me proporcionó una base sólida de disciplina, adaptabilidad y resiliencia, cualidades que han sido invaluables en mi carrera. El ejército te enseña a desenvolverte bajo presión, a tomar decisiones con información limitada y a asumir la responsabilidad en situaciones desafiantes. Una de las lecciones más valiosas que aprendí fue la resiliencia. Ya sea soportando entrenamientos extenuantes, superando el agotamiento o enfrentando desafíos inesperados, la capacidad de mantener la calma y apoyar a quienes me rodeaban se convirtió en algo natural. Otra habilidad crucial que desarrollé fue el trabajo en equipo. Al igual que en los negocios, el éxito en el ejército depende de la colaboración; nadie triunfa solo. La capacidad de resolver problemas, adaptarme y trabajar en equipo ha sido crucial en mi crecimiento profesional. Mi experiencia militar me enseñó a afrontar los desafíos con confianza y una mentalidad orientada a las soluciones, lo cual me sigue siendo muy útil en mi carrera hoy en día.

Ninguno de nosotros puede lograr el éxito sin ayuda en el camino. ¿Hay alguna persona en particular con la que estés agradecido que te ayudó a llegar a donde estás? ¿Puedes compartir una historia?

Si bien no puedo atribuir mi éxito a una sola persona, estoy profundamente agradecido por el apoyo colectivo de muchas personas que me han guiado y formado a lo largo de mi trayectoria. Desde superar los desafíos iniciales hasta desenvolverme en múltiples industrias, he tenido la fortuna de aprender de mentores, colegas, amigos y familiares, quienes han desempeñado un papel fundamental en mi crecimiento. Hasta el día de hoy, recurro a mi red de apoyo de confianza al tomar decisiones importantes, ya sean profesionales o personales. Busco la opinión de quienes respeto, sabiendo que cada uno aporta una perspectiva única. Lo que hace que esta red sea invaluable es su capacidad para ofrecer diversos puntos de vista sin imponer sus propias decisiones. En lugar de guiarme en una dirección específica, me brindan una guía reflexiva basada en sus experiencias, brindándome el conocimiento necesario para tomar decisiones bien informadas, reforzando siempre su apoyo, independientemente de mi elección. Contar con una red sólida y diversa ha sido uno de mis mayores activos, reforzando la importancia del aprendizaje continuo, la adaptabilidad y el poder de la comunidad. Estoy agradecido por las muchas voces que han ayudado a dar forma a mi camino, sabiendo que el éxito no se logra solo, sino a través de la sabiduría y el apoyo de quienes nos rodean.

¿Por qué es importante “Veteranos ayudando a veteranos”?

La Salute La Comunidad de Veteranos representa apoyo, mentoría y un propósito compartido, lo que garantiza que los veteranos no tengan que afrontar su transición solos. Habiendo visto a muchos veteranos luchar por encontrar un camino claro después del servicio, sé lo crucial que puede ser un sistema de apoyo sólido. Los veteranos aportan disciplina, adaptabilidad y liderazgo, pero a menudo necesitan las conexiones adecuadas para abrirse camino en nuevos sectores. Al empoderarlos, no solo ayudamos a las personas a construir carreras significativas, sino que también fortalecemos los sectores con profesionales con una misión que aportan excelencia y compromiso. Contribuir a esta comunidad es una responsabilidad y un honor. Las fuerzas armadas nos enseñaron a cuidarnos unos a otros, y esa misión continúa más allá del servicio. Al fomentar oportunidades y defender a los veteranos, garantizamos que nadie se quede atrás y que cada veterano tenga la oportunidad de triunfar.

Si pudieras inspirar un movimiento que aportara el mayor bien a la mayor cantidad de gente, ¿cuál sería?

Me gustaría inspirar un movimiento para mentorizar y empoderar a los jóvenes adultos para que asuman las riendas de sus carreras desde una edad temprana. A los jóvenes adultos se les suele decir: "Disfruta tu juventud; hay mucho tiempo para descubrir las cosas", pero esta mentalidad retrasa el crecimiento personal y profesional. Empecé a trabajar muy joven y adquirí experiencia práctica en diversos sectores. Mi experiencia temprana en el mundo laboral me inculcó disciplina, adaptabilidad y una sólida ética laboral, cualidades esenciales para el éxito a largo plazo. Cuanto antes se incorporen los jóvenes al mercado laboral, más confianza adquirirán para desenvolverse en sus carreras. Más allá del desarrollo profesional, creo en inculcar valores militares fundamentales: comunidad, trabajo duro, perseverancia, fiabilidad y automotivación. Estas cualidades forman personas fiables y orientadas a objetivos, preparadas para liderar y superar obstáculos. La vida transcurre a toda velocidad. Esperar demasiado para planificar una carrera puede resultar en la pérdida de oportunidades y desafíos innecesarios. He visto esto de primera mano en muchas personas que posponen la planificación de su futuro, solo para tener dificultades más adelante. En cambio, los jóvenes adultos deberían forjar su futuro de forma proactiva, estudiar a individuos exitosos y diseñar estrategias para su futuro. Hay mucho que lograr, explorar y aportar, pero el éxito requiere esfuerzo y preparación. Mi movimiento animaría a los jóvenes a tomar la iniciativa, desarrollar una sólida ética laboral y buscar mentoría desde pequeños, preparándolos para el éxito en cualquier camino que elijan.

 

Como cónyuge de un militar, ¿cuál ha sido su mayor desafío y qué lecciones ha aprendido?

Convertirse en cónyuge de un militar ha sido un proceso de adaptación constante. Uno de los mayores desafíos fue nuestra primera mudanza a un puesto de servicio activo: dejar atrás lo familiar, adaptarnos a un nuevo entorno y estar lejos de familiares y amigos. Con el tiempo, he aprendido que la distancia altera las relaciones: la comunicación se desvanece y algunas amistades cambian de forma natural. Otro desafío es la imprevisibilidad de la vida militar. Mi esposo ha tenido períodos de entrenamiento prolongados, que a veces duran hasta cinco meses. Incluso cuando está en casa, siempre existe la posibilidad de un cambio de puesto, lo que dificulta la planificación, tanto personal como profesional. A través de estas experiencias, he comprendido que la estabilidad viene de dentro. Adaptarse, mantener la resiliencia y afrontar cada desafío con confianza ha sido clave.

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